La filósofa rusa americana Ayn Rand en su
libro “La virtud del egoísmo” se refiere al amor como la felicidad que genera
en nosotros el encontrar la identificación de nuestros valores en el ser amado.
Me encanta esta apreciación ya que los seres humanos somos gregarios y
necesitamos de compañía, en especial la compañía del ser amado, esa hermosa
trinidad que es el amor, erotismo y la pasión. Muchos de los seres humanos se
apresuran en conseguir dicha trinidad y en muchos casos sólo se quedan en la
dos últimas sin reparar en la identificación con esa persona que en un momento
sólo logra captar la pasión y en algunos casos el erotismo. La mágica trilogía
no es una frivolidad o llama pasajera, no es solo un momento de alegría efímero
que se adormece al pasar el tiempo. No, esa trilogía es la garantía de la
seguridad, la serenidad y el sosiego de saber que tu ser, tus valores -y hasta
tus demonios- están estabilizados en esa
otra persona, que al ser recíproco producen la más dulce de las armonías. Yo a
veces pienso que esas personas que aman sin ser correspondidas responden a
situaciones de otro orden psicológico, de alguna debilidad o inestabilidad
emocional producto de carencias y frustraciones que para nada tienen que ver
con el amor y la búsqueda de la mencionada identificación. El amor no encuadra
ante el hecho de no correspondencia, el amor pertenece a la simetría, al orden
espontáneo, a la perfecta armonía de los sentidos y sus consecuentes
sensaciones. Eso que somos –sensación y sentidos- deben ser el objetivo
primordial de nuestra vidas, el equilibrio emocional para la planificación de
nuestro futuro. Hoy día en mi caso personal me siento feliz y agradecido al llegar a estas
conclusiones: que el amor es la identificación de nuestros valores y pasiones en
el ser amado, garantía de la perfecta armonía que se siente cuando estas en esa
realidad y ambiente.
Les dejo la cita de Ayn Rand y sus sabias reflexiones:
Les dejo la cita de Ayn Rand y sus sabias reflexiones:
"La virtud del egoísmo" libro de la escritora ruso
americana Ayn Rand:
"El amor y la amistad son valores profundamente
personales y egoístas; el amor es una expresión y una afirmación de la
autoestima, una respuesta a los propios valores en la persona del otro. La sola
existencia de la persona a la que se ama procura
una alegría profundamente personal y egoísta. Es la felicidad personal y egoísta
la que uno busca, gana y obtiene del amor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario