He tenido la desgracia de conocer a varios
boliburgueses chavistas que refugian sus fortunas mal habidas en Panamá, tierra
a la cual no respetan y se burlan de sus leyes. Estos personajes por lo general
son arrogantes e idiotas, una combinación tan desagradable y a la vez
pintoresca. Los verdaderos empresarios son personas emprendedoras, soñadores
activos que activan sus fuerzas creativas para producir riquezas. Los chavistas
boliburgueses por lo general son testaferros de algún militar o político
corrupto que desde Venezuela lava el dinero robado a todos sus conciudadanos.
Conocí a un par de idiotas venezolanos que definitivamente son testaferros de
algún militar y que se han enriquecido con el dinero de PDVSA. Uno de ellos un
imbécil maltratado por su finado padre lo ha convertido en una personalidad
megalómana y tímida, combinación abyecta que le hace parecer un homosexual
reprimido aunado a sus ademanes delicados y femeninos. Este idiota gasta la
fortuna mal habida de sus familiares solo por complacer sus deseos de creerse
inteligente y ejecutivo ejemplar, cometiendo tantos errores
financieros y dilapidando la fortuna que le fue encomendada por sus superiores en
la tierra venezolana. El otro, un tipo gris y cobarde que necesita que sus
obreros y empleados lo acompañen en las noches ya que por su total cobardía le
teme a la oscuridad y no puede dormir solo. Estas características de personajes
que duermen en tierras panameñas avergüenzan a la población venezolana decente que
habita este bello país y además nos perjudica en imagen ya que muchos de los
panameños honorables que trabajan con este tipo de personajes deben soportar
los desmanes y el maltratos que la arrogancia y su infinita estupidez les hacen
cometer. Las fortunas mal habidas jamás prosperan, menos en países donde la
libertad y las empresas legítimas progresan en base a la competencia y la
verdadera práctica empresarial y no a la conexión patética con políticos y
militares venezolanos que robando a ese pueblo vienen a esta bella patria
panameña a alardear de talentos que no poseen y honores inmerecidos. Ojalá esta
pesadilla boliburguesa venezolana pase y estos imbéciles desaparezcan y se
ubiquen en el sitial que les corresponde: la cárcel o el infierno, lo cual en
Venezuela es lo mismo.
Revista digital de la empresa www.indexglobalcorp.com dedicada a la investigación financiera bajo el enfoque de la nueva escuela del LIBERALISMO CONTABLE TECNOLÓGICO, promoviendo los valores de libertad como el sistema económico capitalista, entendido éste como el intercambio voluntario entre personas y empresas sin la intervención del Estado.
lunes, 31 de diciembre de 2012
martes, 25 de diciembre de 2012
LAS ESTADISTICAS: CRITICADAS POR SER TAN REVELADORAS:
Las estadísticas siempre han sido criticadas
por aquellos que ignoran por completo sus principios, métodos y postulados.
Siempre escuchamos decir cosas como “las estadísticas no sirven para evaluar la
conducta humana”, algo que no tiene sentido cando nos referimos al análisis
de la historia para inferir el futuro incluso en el comportamiento humano.
Recientemente leí un trabajo del instituto nacional de estadísticas de México donde se hablaba de las relaciones
sexuales. En este trabajo se determinó que el 4,1% de las mujeres entre 18 y 49
años había tenido relaciones sexuales con más de 10 hombres a lo largo de su
vida y con este mismo número de mujeres los hombres en un 20%. Una amiga con la cual
discutí este trabajo se sintió mal por estar en este pequeño grupo del 4,1% de
mujeres pero al final concluyó que la nueva era, el liberalismo en relación al
sexo y la independencia actual de las mujeres hacen que este porcentaje vaya en
aumento aun cuando todavía se considere esta cifra como promiscuidad. Mi amiga, haciendo uso de la estadística se atrevió a inferir el comportamiento femenino en el futuro. Este dato
que está aplicado exclusivamente al sexo nos demuestra que las estadísticas si
pueden predecir la conducta humana, por lo cual sabemos que es menos probable
estar con una mujer que haya tenido una vida promiscua a lo largo de su vida y
que solo ese 4,1% de forma aleatoria se distribuye en aquellos desafortunados
que se ganan esta promiscua lotería. Las estadísticas definitivamente pueden
describir e inferir el comportamiento humano, por lo cual es una tontería –por no decir una
estupidez e ignorancia- el seguir cuestionando su reconocimiento como ciencia.
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