Recientemente viví durante seis meses en los Estados Unidos de Norteamérica. Aunque no me tocó trabajar formalmente si tuve la oportunidad de involucrarme en el proceso del registro de empresas y las leyes que regulan las mismas. Es maravilloso ver como el estado Estadounidense no le complica la vida y la operatividad a las empresas, ya que las leyes no limitan y no se involucran en lo interno de las empresas y las exigencias de impuesto es de lo más transparente y de respeto a estás compañías. Por ejemplo, todos los software tienen la opción de imprimir directamente las facturas a sus clientes sin la tediosa y odiosa factura preimpresa exigidas en la mayoría de los paises del tercer mundo como Panamá o Venezuela. Pareciera que este pequeño detalle no fuese importante, pero el tiempo y la burocracia que esta normativa genera en los paises subdesarrollados hace perder tiempo, dinero y concentración en la actividad propia del negocio por ocuparse en cumplir este tortuoso reglamento. En EEUU el estado no presupone la evasión fiscal, si no que espera a que un empresario cometa esta evasión para proceder a las sanciones. Es triste ver que la médula del sudesarrollo está en estos pequeños detalles que quizá mucha gente no les presta atención, pero que si se eliminaran y se facilitara el desarrollo de las empresas sin tantas leyes burocráticas estoy seguro que el crecimiento económico generado beneficiaría al resto de la población que no son empresarios.
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