Es reiterada desde hace más de un siglo la confusión creada con los terminos capitalismo, socialismo e intervencionismo. Para comenzar a explicar los términos debemos tratar de definir cada uno de ellos: capitalismo es el sistema que permite intercambiar bienes y servicios voluntariamente sin la intervención del estado. Socialismo es un sistema donde los intercambios no son voluntarios sino coordinados por un ente central y burocrático. Finalmente intervencionismo es el sistema que permite realizar intercambios voluntarios pero con la ayuda del gobierno de turno a un sector particular en beneficio de unos y en perjuicios de otros. Estas definiciones resumen la esencia central de los seres humanos como lo es la capacidad de actuar e intercambiar en sus distintas formas de organización política. Si nos referimos al capitalismo podemos decir con toda seguridad que este dejó de existir en 1913 cuando en los Estados Unidos se fundó la Reserva Federal cuyo objetivo práctico fue la eliminación del patrón oro de mercado (valoración subjetiva del público) por un sistema de tipo de cambio oro controlado por un ente central como la Reserva Federal. Hasta ese momento la inflación en ese país había sido prácticamente nula ya que la valoración de la moneda era decida voluntariamente por los ciudadanos y no por un poder centralizado como la Reserva Federal. Luego de finalizada la primera guerra mundial en 1914 comienza la intervención del estado ya no solo en asuntos monetarios si no en los otros ámbitos de la economía, lo que generó para 1929 la gran crisis. Posterior a esa crisis el mundo liquidó definitivamente al capitalismo con las políticas del New Deal en Estados Unidos y el Estado de Bienestar Europeo ya que desde entonces se le atribuyó al estado poderes excepcionales para lograr el bienestar y la felicidad en los seres humanos. La idea de este sistema es que el estado con sus organos centrales debe lograr quitar (a través de impuestos) dinero a los ciudadanos para redistribuir los mismos (con un costo asociado) al resto de la sociedad. Es decir el estado te quita un dolar de impuestos y redistribuye después de los costos burocráticos el monto restante en gasto social, trasladando la decisión individual y voluntaria de las personas a la decisión burocrática y centralizada del estado. Eso es intervencionismo y es lo que se ha estado aplicando en Europa desde los años 30 y en gran medida en los Estados Unidos. Con respecto al socialismo, ya sabemos que las decisiones del gastos social están controladas totalmente por el estado y que este controla todos los medios de producción de la sociedad. Como traté de explicar, vemos que desde 1913 no ha existido capitalismo (no intervención del estado en la economía) y las sucesivas crisis por las que hemos pasado no pueden ser atribuidas a este sistema. Los dirigentes europeos se ufanaban del sistema de bienestar (intervencionismo) afirmando que era la verdadera solución equilibrada entre capitalismo y socialismo y en este momento cuando hace aguas su estado de bienestar intervencionista no son capaces de asumir y reconocer su inviabilidad en incoherencia lógica en sus postulados. El estado de bienestar europeo o el new deal americano no funcionan sencillamente porque no se puede gastar más de lo que ingresa y cada uno de los programas sociales conlleva un costos asociado que en la mayoría se torna excesivo por la carga burocrática que este entraña. Además de esto, es imposible que un grupo de burócratas pueda decidir acertadamente sobre la mente de siete mil millones de personas. En fin, desde 1913 se expropió y se le entregó la voluntad y decisón del individio al estado, el cual está conformado por burócratas que jamás podrán identificar las valoraciones subjetivas de cada ciudadano. En el estado intervencionista el objetivo es el colectivo y el medio es el individuo lo que sin duda ha llevado al mundo por un rumbo incierto que quizá termine en otra edad media pero con más gente y más tecnología.
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