miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA INSISTENCIA DE OBAMA Y LA RESERVA FEDERAL EN DESTRUIR LA ECONOMÍA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMÉRICA.


No hace falta ser adivino ni muy culto para saber las consecuencias que traerá la aprobación del nuevo plan de endeudamiento que planea Barack Obama y la Reserva Federal con su maquinita de imprimir billetes. Basta con ver los videos Dinero, Banca y Reserva Federal en youtube (obviamente inspirados en el libro La teoría del Dinero y del Crédito de Ludwig Von Mises, escrito en 1912) donde se describe claramente como la creación de dinero respaldado por deuda pública genera un leve auge para luego una estrepitosa y nueva recesión con altos niveles de inflación y desempleo. Es increíble que las políticas que  planea establecer el presidente de los Estados Unidos sean las mismas de corte keynesiano que han empobrecido el aparato productivo de esa nación a lo largo del siglo 20 y la primera década del siglo 21. Es inaceptable que aun se siga insistiendo en la estafa descarada que implica el dinero respaldado en deuda pública, que no es más que un eufemismo utilizado para llamar a la impresión de  dinero inorgánico, es decir dinero creado por arte de magia. Seguir pensando que estas políticas generan bienestar y reactivación económica es insistir, por ejemplo, en solucionar el problema de la diabetes con un aumento del consumo de carbohidratos. Tratando de describir el problema de una manera sencilla, es como pedir a los ciudadanos que en sus casas impriman la cantidad de dólares que necesiten para reactivar su economía personal, pensando ingenuamente que esta acción no los conducirá a un incremento de la inflación y nuevamente a la terrible recesión económica. El dinero inorgánico no es más que dinero falso que usan los intervencionistas para robar el sacrifico del trabajo de los ciudadanos.  Lo que no han entendido todavía los socialistas y social demócratas (Obama es socialista)  es que la economía es una asunto humano y por ende los flujos de bienes y servicios y sus respectivos precios expresados en moneda, corresponden a la valoración subjetiva de los deseos y gustos de cada persona (desde el punto de vista interno) y a la cantidad relativa que se disponga en un espacio tiempo de estos bienes (factores objetivos externos). Es decir, los planes de las personas y sus deseos internos no deben ser estimulados ni planificados por mecanismos artificiales, porque como todo a lo que hace referencia esta última palabra su resultado y sus consecuencias siempre terminan siendo deprimentes y frustrantes, lo cual desde 1913 viene ocurriendo con mucha frecuencia en todo el mundo. A veces pienso que  Obama y la Reserva Federal si entienden el problema, pero siguiendo con el ejemplo de la diabetes al parecer como que ambos tienen una fábrica de chocolates y caramelos. Ojala ese país de libertades entienda lo que esto significa y rescaten los valores que en su constitución plasmaron los padres fundadores y que hoy el partido del té se empeña en rescatar, sobre todo con la propuesta de la eliminación de la Reserva Federal y la instauración del patrón oro. Siguen insistiendo en robar subrepticiamente con la inflación y su correspondiente dinero inorgánico como lo denuncian algunos miembros de ese partido (el té party)  haciendo alusión a la conspiración del grupo Bilderberg quienes según ellos controlan la Reserva Federal y hasta al mismo Barack Obama. Al aceptar la crisis y devolver el valor de los billetes en su equivalente en oro y no en deuda del gobierno, al estado y su consorte Reserva Federal se les imposibilitaría la impresión del despreciable dinero inorgánico y la gente volvería a comandar el valor de sus deseos traducidos esta vez en un valor oro que no puede ser manipulado ni planificado en ninguna parte del mundo. No tengo la menor duda que estamos cerca de llegar a este entendimiento, pero aun queda el aleteo del animal herido que está destinado a desaparecer, como lo es la Reserva Federal y sus cómplices burócratas.                    

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