domingo, 5 de agosto de 2012

EL AMOR Y SU NATURALEZA ENCUBIERTA


Lamentable, que triste descubrir que todo lo que he hecho en mi vida ha sido en vano.  Si, es verdad que ha habido muchos momentos de felicidad y extrema alegría. ¿Pero tiene sentido depender de una persona? ¿Tiene sentido querer a alguien que por mucho que te adore quiere su espacio y su tiempo intimo con otro ser?   Muchas veces he tratado de entender porque yo no puedo tolerar la soledad y porque exijo entrega exclusiva de todos mis amores. Hoy estoy demasiado triste para investigar, hoy estoy demasiado triste para soportar que mi ser amado, que el motivo de mi cariño infinito tenga más amigos del género rival que del suyo propio. Yo no puedo soportarlo, no puedo entender porqué sucede así y no logro entender por qué el amor y el erotismo no pueden ser concedidos a una sola persona. Yo se que se ve absurdo, sé que es obsesivo mi forma de pensar y exigir un trato diferente, pero al analizar me detengo y descubro que yo he sido parte del engaño, he sido parte de la traición de otros mortales, he sido parte del secreto de alguna mujer que le pertenecía a otro que en su ilusión no logró identificar lo que yo aun estoy intentando: los apetitos encubiertos de eso que llaman amor. Yo se que quizá me quieran un poco, que quizá si sea importante para mi amor, solo que me encantaría que lo fuera para mi solo, esa es mi esperanza utópica que ninguno puede realizar y que solo los solteros logran esquivar pero con la pena de saltar de amor en amor y nunca lograr el equilibrio. Hoy estoy sufriendo demasiado por haberme aproximado a la intimidad de la mujer que amo, hoy sufro demasiado por saber que en algún momento de su día no me piensa, hoy sufro por descubrir que el amor como yo lo espero, como yo lo determino no existe en ningún lugar, que la exclusividad de la pasión y el sexo no están condicionadas a una sola persona. Parece ser que la madurez consiste en hacerse el loco, en creerse estar fuera de esa estadística adultera que nos hace a los seres humanos gregarios y libres, que nos hace curiosos de todo aquello vital en nuestras vidas como es el sexo y el erotismo consecuente. En fin, jamás podremos describir el amor, jamás podremos indagar en sus mecanismos misteriosos y lo más triste de todo es que jamás podremos aceptar que el amor tiene una naturaleza gregaria y que ese encubierto carácter no le permite ser exclusivo. Que afortunado y triste a la vez llegar a esta conclusión sobre todo cuando por mi carencia de sabiduría aun estoy enamorado e ilusionado con la utopía del amor en exclusiva. ¿Atentan contra la libertad mis conclusiones?          

No hay comentarios:

Publicar un comentario