viernes, 23 de marzo de 2012

EL AMOR: Felicidad personal que hallamos en la persona del ser amado.


La filósofa rusa americana Ayn Rand en su libro “La virtud del egoísmo” se refiere al amor como la felicidad que genera en nosotros el encontrar la identificación de nuestros valores en el ser amado. Me encanta esta apreciación ya que los seres humanos somos gregarios y necesitamos de compañía, en especial la compañía del ser amado, esa hermosa trinidad que es el amor, erotismo y la pasión. Muchos de los seres humanos se apresuran en conseguir dicha trinidad y en muchos casos sólo se quedan en la dos últimas sin reparar en la identificación con esa persona que en un momento sólo logra captar la pasión y en algunos casos el erotismo. La mágica trilogía no es una frivolidad o llama pasajera, no es solo un momento de alegría efímero que se adormece al pasar el tiempo. No, esa trilogía es la garantía de la seguridad, la serenidad y el sosiego de saber que tu ser, tus valores -y hasta tus demonios-  están estabilizados en esa otra persona, que al ser recíproco producen la más dulce de las armonías. Yo a veces pienso que esas personas que aman sin ser correspondidas responden a situaciones de otro orden psicológico, de alguna debilidad o inestabilidad emocional producto de carencias y frustraciones que para nada tienen que ver con el amor y la búsqueda de la mencionada identificación. El amor no encuadra ante el hecho de no correspondencia, el amor pertenece a la simetría, al orden espontáneo, a la perfecta armonía de los sentidos y sus consecuentes sensaciones. Eso que somos –sensación y sentidos- deben ser el objetivo primordial de nuestra vidas, el equilibrio emocional para la planificación de nuestro futuro. Hoy día en mi caso personal me siento feliz y agradecido al llegar a estas conclusiones: que el amor es la identificación de nuestros valores y pasiones en el ser amado, garantía de la perfecta armonía que se siente cuando estas en esa realidad y ambiente.

Les dejo la cita de Ayn Rand y sus sabias reflexiones:

"La virtud del egoísmo" libro de la escritora ruso americana Ayn Rand:


"El amor y la amistad son valores profundamente personales y egoístas; el amor es una expresión y una afirmación de la autoestima, una respuesta a los propios valores en la persona del otro. La sola existencia de la persona a la que se ama procura una alegría profundamente personal y egoísta. Es la felicidad personal y egoísta la que uno busca, gana y obtiene del amor".


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