domingo, 18 de septiembre de 2011

"PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO"

         Este es el título de un poema de Don Francisco De Quevedo (España, 1580-1645). En el hermoso poema se metaforiza sobre la condición humana y su relación con el popularmente mal llamado vil metal. En estos días estuve pensando en ello ya que me han sucedido una serie de eventos y transacciones desafortunadas en la cual la condición humana y el dinero va más allá de filiación familiar o de la amistad. Para no cansarnos con mi experiencia se las cuento brevemente: estuve trabajando gratuitamente por tres meses dada una filiación familiar con la espectativa de la recompensa, resultado; una franca y brutal indiferencia. También hice pequeñas inversiones con un pequeño grupo de filiación similar y al momento de despegar la afortunada inversión uno de los sectores se orientó por Don poderoso caballero e hizo a un lado y descartó los intereses de dos tercios de los inversionistas. En fin, desde el más culto hasta el más ignorante y corto de inteligencia (como es el caso de los personeros de mi experiencia personal) todos y cada uno nos guiamos por el poderoso metal, pero quizá no entendamos su función y lo más importante su relación y correspondencia con la cantidad de bienes y servicios. Este es el punto de mi reflexión y creo que viene al caso dada la actual crisis económica por la cual atraviesa la humanidad. El dinero y su correspondencia con los bienes y servicios fue prostituido por el gobierno y su poder cuando en el imperio romano a los emperadores y el senado se les ocurrió certificar el valor de las monedas de oro y posteriormente mezclarlo con otro metal, creando una aleación de menos valor real pero con el mismo valor nominal. En ese momento no existía la autoridad monetaria por lo que ningún burócrata determinaba el valor del dinero hasta que ocurrio la desafortunada idea del emperador y aparece por primera vez la nefasta inflación quien terminó acabando con el imperio romano. El dinero en sus origenes surgió espontaneamente por la división del trabajo y la especialización de las distintas tribus, lo que hizo surgir la necesidad de intercambiar el producto de estas, motivo por el cual los bienes que eran susceptibles de ser divididos como la sal (de allí el nombre de salario al pago de sueldos), el tabaco y las pieles se usaban como dinero. Estos bienes eran posibles de dividir y convertirse en valor equivalente a otro bien que careciera de esta facultad -como una vaca o un caballo-  y su equivalencia estabá cargada de espontaniedad por lo que su valor no era  más que el promedio de la valoración subjetiva que las personas hacían de cada uno de los bienes en el intercambio. Esa valoración que es la base para la aparición de los precios fue y sigue siendo distorsionada por las autoridas monetarias de los paises al crear dinero sin la correspondiente valoración antes citada. En los paises de América Latina que han vivido hiperinflación el intercambio voluntario entre bienes susceptibles de ser intercambiados hizo su aparición en aquel momento como Bolivia y Perú en los años 80 dado el absurdo valor que a sus monedas le daban las autoridades monetarias. Si el dinero pudiera ser valorado por un grupo de burócratas de los bancos centrales como la reserva federal o el banco central de Venezuela el problema de la pobreza sería demasiado facil de resolver y solo bastaría con imprimir billetes para incentivar la economía y hacer rico a todo el mundo, como erroneamente cree el presidente de los Estados Unidos Barak Obama  y una gran parte de los mandatarios del planeta. Si el hombre común entendiera la función real del dinero quizá la balanza de este no estaría por encima de la filiación familiar o de amistad y la condición humana sería distinta, convirtiendo a las personas en seres más nobles y de buenos sentimientos y no en bulgares y rudos ignorantes en los que hoy en día se han convertido la mayoría de los que inclinan esa balanza a favor del poderoso caballero, ese al que se refería el poeta Francisco de Quevedo. Les dejo el poema que encontré en internet de este gran poeta:
     

Francisco de Quevedo

 (1580-1645)
 
 
   Letrilla:  Don Dinero
 
 
  Poderoso caballero
es don Dinero.
 
  Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado                      5
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.                              10
 
  Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado                15
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
 
  Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color,                    20
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero                          25
es don Dinero.
 
  Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales;               30
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.
 
  Mas ¿a quién no maravilla                 35
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla,
y al cobarde hace guerrero,                 40
poderoso caballero 
es don Dinero.
 
  Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales                  45
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.                              50
 
  Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos;
y pues él rompe recatos                     55
y ablanda al jüez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.
 
  Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,               60
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero                          65
es don Dinero.
 
  Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;                    70
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
 
  Más valen en cualquier tierra             75
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz,
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero,                 80
poderoso caballero
es don Dinero.
 
 
Sílabas:  Los versos son de ocho sílabas, menos el último de
          cada estrofa, que tiene cinco
 
   1  2    3   4 5   6   7      + 1 = 8
  Madre, yo_al oro me_humillo,
 
1  2    3  4   5    6  7        + 1 = 8
él es mi_amante_y mi_amado,
 
  1   2  3  4  5 6 7            + 1 = 8
pues de puro_enamorado
 
 1  2  3  4    5  6 7           + 1 = 8
de continuo_anda_amarillo;
 
  1   2    3  4  5  6  7        + 1 = 8
que pues, doblón o sencillo,
 
 1 2  3 4   5  6    7           + 1 = 8
hace todo cuanto quiero,
 
 1 2 3 4  5 6  7                + 1 = 8
poderoso caballero
 
1   2   3 4                     + 1 = 5
es don Dinero.
 
 
Rima:  Rima perfecta, con el esquema abbaaccc; cada verso termina con ccc
 
  Madre, yo al oro me humillo:         a
él es mi amante y mi amado,            b
pues de puro enamorado                 b
de continuo anda amarillo;             a
que pues, doblón o sencillo,           a
hace todo cuanto quiero,               c
poderoso caballero                     c
es don Dinero.                        
Fuente: users.ipfw.edu/jehle/poesia/dondiner.htm -

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