sábado, 18 de mayo de 2013

MY WAY

Gran título para aquellos que casi llegamos a la mitad de un siglo, para aquellos que como yo han multiplicado los años con el andar y el caminar mirando y explorando el mundo con cariño y con emoción. Mi vida se resume en los cambios, en la rutina de conocer nuevas personas, nuevos grupos con individuos maravillosos y patéticos, esa dualidad de la personalidad humana que en cada mundo interno nos posiciona en ambos lugares para otros. Yo estoy satisfecho hasta este momento, yo estoy contento con mi recorrido, estoy feliz con la magia de haber visto tanta gente en tantos lugares, tantas almas que al recordar se mezclan con aquellos que también conocí por la prosa y las historias de esos escritores que son las grades voces de la humanidad. ¿cómo no estar contento y satisfecho? ¿Acaso no es la vida la ilusión de la ubicuidad que jamás se logra y que siempre se persigue? Yo aun ando en ese camino, aun continuo explorando los misterios de la personalidad y las inconsistencias de la razón humana. A veces –solo a veces- siento lástima por aquellas vidas grises, por aquello que decidieron que el mundo era solo racionalidad y sedentarismo y jamás se atrevieron a cruzar la línea gris de lo atrevido y lo normal, lo mundano y riesgoso, esas acciones que encajan en “normas aceptadas e insuficientes” que condenan a la resignación y el aburrimiento y que al final muchos que no saltaron en ese abismo de la aventura –y hasta la desesperación- por temor a mirar para otro lado, de caminar por otra senda que definitivamente los habría conducido a entender que “es la vida, más que la muerte la que no tiene límites”. Por ahora y para siempre ese será mí sino, ese será mi rumbo norte con viento firme, porque ya descubrí que aunque te jodan y te traicionen tarde o temprano la aventura te  encuentra con viajes y sorpresas que llenan tu alma de sabiduría y entendimiento, pero sobre todo llenan tu vida de contento. Hermann Hesse aquel escritor de Siddharta decía: “Quien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse así mismo”  Vaya paradoja estimulante.             

miércoles, 15 de mayo de 2013

ERES LO MEJOR

Considérate el mejor. Jamás permitas que por quien te traicionaron, por quien prefirieron el  libertinaje te haga sentir miserable. Tú eres el dueño del mundo, tu eres lo mejor que ha dado la vida sobre la faz de la tierra. No permitas que la mala educación, la carencia de valores y la disfuncionalidad de las almas que te rodean afecten tu ternura, tu halago y la magia que hay en tu vida. Una vez escuché a alguien decir  “quien no te admira no vale la pena quererlo”. Estar con alguien por simple compañía, dedicar partes enteras del día por alguien que no te da buenas sensaciones es la acción humana más lamentable y que demuestra la pobreza de esa alma. Por eso te digo, quiérete, apréciate y sobre todo ten referencia de ese valor que tienes, ten un baremo que pueda medir la intensidad de tu alma y de tu vida, una fórmula que te indique quien vale la pena y sobre todo quien te merece, quien se debe ganar ese privilegio de estar contigo y darse cuenta del inmenso valor que significas. No te vuelvas a equivocar, no vuelvas a caminar por aguas turbulentas que solo te dejaron experiencia y un gran sabor amargo en tu ego y en tu personalidad. No vuelvas a caer en las redes inexactas de almas que sus vidas andan en pena murmurando con sus gestos y su andar la fiera venganza del tiempo que al final jamás les concede nada de lo deseado porque no se lo merecen. Así serás feliz, así reharás tu vida llena de luz y encanto, así disfrutarás del tiempo que te queda sin tanto llanto y tanta tristeza, y verás que aquellos que no te valoran arderán en las pailas del desamor y el desencanto, se moverán en la búsqueda sagrada del amor y el erotismo fallando en cada intento y en cada encuentro fugaz con alguien que si se ha dado cuenta que solo sirven para pasar un rato, que solo inspiran para descargar la sexualidad promiscua que viaja posándose en aquellas que son fáciles, aquellas que tampoco valoran ni respetan su cuerpo. Ese es tu triunfo, esa es la “fiera venganza del tiempo que te hace ver desecho lo que se amó” como dice aquel viejo tango argentino.